Benedicto XVI y Rowan Williams acuerdan continuar el diálogo ecuménico
(El País / ACPress.net)- El Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams y el Papa Benedicto XVI se reunieron en Roma el pasado 21 de noviembre para limar asperezas tras el anuncio de la Iglesia Católica Romana de abrir sus puertas a los obispos y congregaciones anglicanas. Tras el encuentro, declararon que la Iglesia Católica y la Iglesia Anglicana seguirán «colaborando y consolidando las relaciones ecuménicas». Una reunión «cordial», según la Santa Sede, pero que duró sólo 20 minutos.
(El País / ACPress.net)- El Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams y el Papa Benedicto XVI se reunieron en Roma el pasado 21 de noviembre para limar asperezas tras el anuncio de la Iglesia Católica Romana de abrir sus puertas a los obispos y congregaciones anglicanas. Tras el encuentro, declararon que la Iglesia Católica y la Iglesia Anglicana seguirán «colaborando y consolidando las relaciones ecuménicas». Una reunión «cordial», según la Santa Sede, pero que duró sólo 20 minutos.
La reunión entre ambas jerarquías es la primera tras el polémico anuncio del Vaticano, el 20 de octubre pasado, de abrir las puertas de la Iglesia católica a todos los anglicanos que lo deseen, sacerdotes casados incluidos, un movimiento que ha sido juzgado por teólogos progresistas como una ataque ventajista, aprovechando los momentos de debilidad en la estructura de la iglesia anglicana por su crisis interna.
Una medida polémica que, sin embargo, también podría remover antiguas reivindicaciones dentro de la iglesia de Roma. Entre ellas, la supresión del celibato obligatorio para sacerdotes, algo que no existe entre los anglicanos y que Roma respetaría entre los que se trasladen a la comunión católica.
Según dijeron a la BBC fuentes cercanas a Williams, éste habría aceptado las explicaciones del Papa, que señaló que la invitación se hizo a petición de anglicanos «tradicionalistas», y no con la intención de atraer sacerdotes ni de minar las relaciones interreligiosas.
La reunión entre Williams y el Papa estaba programada antes de que la Santa Sede anunciase que permitiría la entrada de los anglicanos. Desde entonces, entre 30 y 50 obispos y un centenar de parroquias han mostrado su deseo de incorporarse a la Iglesia de Roma, mientras una gran mayoría de obispos han mostrado su rechazo. En la reunión también se ha dado luz verde al diálogo ecuménico, que estaba suspendido por parte católica.
Concordaron en la necesidad de lazos más estrechos entre sus iglesias el sábado, en la primera reunión desde el sorpresivo ofrecimiento del Vaticano a anglicanos desafectados el mes pasado.
El arzobispo Rowan Williams tuvo una breve audiencia privada con el pontífice y en su conversación reiteraron "la voluntad compartida de continuar y consolidar la relación ecuménica entre católicos y anglicanos", dijo el Vaticano en un comunicado.
Las cordiales discusiones también "se enfocaron en eventos recientes que afectan las relaciones entre la iglesia católica y la comunión anglicana", agregó.
Algunos anglicanos han criticado la insinuación del Papa a alienados miembros de la iglesia de Inglaterra, permitiéndoles unirse a la iglesia católica aunque mantendrían muchas de sus propias tradiciones.
Ellos ven el ofrecimiento como un intento para atraer a anglicanos que se oponen a ordenación de sacerdotes y obispos mujeres, algo que no está permitido en la iglesia católica.
Varias iglesias pertenecientes a la fuerte comunión anglicana de 77 millones de fieles tienen obispos mujeres -la iglesia episcopal en Estados Unidos cuenta con una líder femenina- y la iglesia de Inglaterra se está preparando para ordenarlas.
Ambas partes trataron de presentar el ofrecimiento como un paso normal, aunque el principal funcionario ecuménico del Vaticano, el cardenal Walter Kasper, reveló la semana pasada que Williams lo había llamado en medio de la noche para exigirle una explicación cuando fue anunciado.
No hubo comentarios inmediatos del lado anglicano sobre la breve audiencia privada de Williams con el pontífice, la cual fue calificada como un llamado de cortesía por funcionarios de la iglesia.
La reunión entre Williams y el Papa estaba programada antes de que la Santa Sede anunciase que permitiría la entrada de los anglicanos. Desde entonces, entre 30 y 50 obispos y un centenar de parroquias han mostrado su deseo de incorporarse a la Iglesia de Roma, mientras una gran mayoría de obispos han mostrado su rechazo. En la reunión también se ha dado luz verde al diálogo ecuménico, que estaba suspendido por parte católica.
Concordaron en la necesidad de lazos más estrechos entre sus iglesias el sábado, en la primera reunión desde el sorpresivo ofrecimiento del Vaticano a anglicanos desafectados el mes pasado.
El arzobispo Rowan Williams tuvo una breve audiencia privada con el pontífice y en su conversación reiteraron "la voluntad compartida de continuar y consolidar la relación ecuménica entre católicos y anglicanos", dijo el Vaticano en un comunicado.
Las cordiales discusiones también "se enfocaron en eventos recientes que afectan las relaciones entre la iglesia católica y la comunión anglicana", agregó.
Algunos anglicanos han criticado la insinuación del Papa a alienados miembros de la iglesia de Inglaterra, permitiéndoles unirse a la iglesia católica aunque mantendrían muchas de sus propias tradiciones.
Ellos ven el ofrecimiento como un intento para atraer a anglicanos que se oponen a ordenación de sacerdotes y obispos mujeres, algo que no está permitido en la iglesia católica.
Varias iglesias pertenecientes a la fuerte comunión anglicana de 77 millones de fieles tienen obispos mujeres -la iglesia episcopal en Estados Unidos cuenta con una líder femenina- y la iglesia de Inglaterra se está preparando para ordenarlas.
Ambas partes trataron de presentar el ofrecimiento como un paso normal, aunque el principal funcionario ecuménico del Vaticano, el cardenal Walter Kasper, reveló la semana pasada que Williams lo había llamado en medio de la noche para exigirle una explicación cuando fue anunciado.
No hubo comentarios inmediatos del lado anglicano sobre la breve audiencia privada de Williams con el pontífice, la cual fue calificada como un llamado de cortesía por funcionarios de la iglesia.
El tema de los sacerdotes casados es uno de los espinosos tópicos de la conversación entre la cúpula Anglicana y el Vaticano. El otro es el de la ordenación de mujeres, para lo cual Williams habría sostenido que “si el Papa quiere unificar de verdad a todo el cristianismo no puede hacer distinciones entre hombres y mujeres”.
Según el Arzobispo de Canterbury "Para muchos anglicanos, la no ordenación de mujeres sacerdote es un problema porque implica hacer una diferenciación entre los hombres y las mujeres bautizados", con lo cual deriva la discusión centrándola en un sacramento altamente apreciado en ambas iglesias.
"No tiene sentido pensar que tener una vida en común [de todos los sectores del cristianismo] pueda hacerse sin la familia anglicana ¿Y si se pudiera llevar a cabo sin nosotros es este un modelo justo para un escenario ecuménico más amplio?
La respuesta para Williams es no. En realidad, el Vaticano sabe que entre los anglicanos hay sectores muy cerrados opuestos a la ordenación de mujeres y es ahí donde quiere pescar Ratzinger.
Entre otras cosas, el arzobispo de Canterbury discutió con Ratzinger el estatus que se le va a dar a su visita al Reino Unido el próximo otoño. Hasta ahora nunca se ha catalogado la visita de un Papa a este país como visita de Estado, sino como una visita pastoral. En caso de que se considerara la primera opción, Benedicto XVI sería recibido por la Reina Isabel.
Sin embargo a su regreso, el arzobispo se alejó por una vez de lo políticamente correcto en una entrevista publicada por el diario Daily Telegraph y calificó de «bastante excéntrica desde un punto de vista teológico» la invitación del papa Benedicto XVI a los anglicanos para que se conviertan al catolicismo. «No creo que ésa sea la solución. Numerosos anglo-católicos tienen buenas razones para no ser católicos romanos». La razón la recalca Williams de manera clara: «No creen en la infalibilidad del Papa».
También se refirió a la elección, el pasado fin de semana, en el seno de la iglesia episcopal estadounidense, que es una rama de la iglesia anglicana, de una obispo abiertamente homosexual, la reverenda Mary Glasspool, de 55 años. Nada más producirse la elección –que aún debe ser validada por la jerarquía episcopal nacional de EEUU– Williams ya señaló que lo ocurrido puede provocar «consecuencias muy serias para la iglesia episcopal, para el lugar que ocupa en la comunidad anglicana y para ésta en su conjunto». Añadió que esa elección «confirma la impresión de que ellos se alejan cada vez más del consenso anglicano».
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