Por el Rvdmo. Sergio Carranza (Versión castellana: Miguel Zavala-Múgica, presbítero de la Diócesis del Occidente de México)

Dado que el movimiento cismático se ha orquestado internacionalmente, no hay duda de que los Primados de algunas provincias africanas, y uno del Cono Sur, se apresurarán a reconocerles, y a felicitar a su presunto arzobispo por su acción sediciosa en contra de la Iglesia Episcopal.
Si bien lamento profundamente su salida, les respetaría más si tuvieran el valor de asumir el hecho de que son ellos quienes salen de la única y legítima provincia anglicana en los Estados Unidos, convirtiéndose en una iglesia evangélica más. Creo que ese sería el camino más honesto y honorable.
El siguiente paso en el camino hacia un cisma anglicano, será el asalto a los Instrumentos de Comunión* por los mismos primados que celebran la formación de la Provincia pseudo-Anglicana Americana. Han boicoteado ya la Conferencia de Lambeth, están repudiando al Consejo Consultivo Anglicano, y van a secuestrar la Reunión de Primados y a rechazar al Arzobispo de Canterbury.
Si llegaran a tener éxito en su complot, habrán desfigurado y deformado la Comunión a tal grado que el único elemento Anglicano en ella, sería el nombre.
Es triste ver partir a estos hermanos y hermanas que rechazan la Iglesia Episcopal, pero es aún más triste darse uno cuenta de que llevan en su seno las semillas de divisiones y tensiones; no sólo porque no son todos de un mismo sentir, sino porque sus motivos son diversos.
* El Rvdmo. Sergio Carranza es el anterior obispo de la Iglesia Anglicana Diócesis de México y actual obispo sufraganeo de la Diócesis de los Ángeles de la Iglesia Episcopal de EU.
Oración
Oh Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, nuestro único Salvador, el Príncipe de Paz: Danos gracia para que de corazón consideremos seriamente los grandes peligros en que nos hallamos por nuestras desdichadas divisiones. Aparta de nosotros todo odio y prejuicio, y cuanto pudiere impedir una santa unión y concordia para que así como no hay más que un Cuerpo y un Espíritu, una esperanza de nuestra vocación, un Señor, una Fe, un Bautismo, un Dios y Padre de todos, así seamos todos de un corazón y una alma, unidos en vínculo sagrado de verdad y paz, de fe y caridad, y con una mente y una voz te glorifiquemos; por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(Libro de Oración Común Pág. 708)
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