Vida Anglicana

Yo soy la resurrección y la vida.

Por el P. José Luis García Gómez*

Dios crea al mundo en seis días y al séptimo descansa

Jesús nace de Maria Virgen. Jesús, a los 30 años comienza su misión: predicar, enseñar y evangelizar a los discípulos y al pueblo; 3 años fueron suficientes, para exponer los mandamientos, explicarlos con parábolas y ejemplos, para que el hombre y la mujer, de aquel lugar de la edad media y actual, pueda entender y practicar.

Dios grava en la conciencia humana, lo mismo que en las tablas de Moisés, en la memoria, en el entendimiento y en la voluntad, el triple para que el ser humano en la tierra escriba su historia, según su libre albedrío.

Jesús, cumple su misión, haciendo la voluntad de su padre, al padecer y morir en la cruz por y para el hombre, muere y es enterrado y resucita de entre los muertos, resucita y asciende a los cielos, de donde había bajado.

El hombre nace, es creado lo reconozca o no, este conciente o inconsciente, para un fin determinado. Es dotado con los medios-herramientas apropiadas, siempre y cuando las requiera; vista, oído, gusto, olfato y tacto, a través de la cabeza, el tronco, las extremidades conectando la mente al cuerpo, “Mente sana en Cuerpo sano”.

Pero, también los cinco sentidos son estimulados por las circunstancias del momento, que dictando su criterio económico-social, bueno o malo, acompañado de emociones, berrinches y juegos psicológicos. Tales circunstancias desquician al hombre del centro de su vida; ¿Cuál es el pensar?, aprender y decidir por si mismo, expresar sus emociones autenticas en el “AQUÍ Y AHORA”, de manera directa y positiva.

Mientras se siga llenando de estas cosas, el humano estará como Lázaro, enterrado y olerá a fétido, hasta que Jesús y Maria entre y le diga; ¡Lázaro! ¡Sal afuera! ¡Despierta!.

Si este ejemplo reanima y conforta a alguien que diga; ¡Jesús ten piedad de mi!, tu dijiste ¡Yo soy la Resurrección y la Vida!

* El Rvdo. P. José Luis García Gómez es exsacerdote católico-romano y comulgante en la Catedral de San José de Gracia.